Ilustre Archicofradía de la Vera Cruz y Nuestro Padre Jesús del Prendimiento - Jueves Santo
Semana Santa de Baena (Córdoba)

lunes, 24 de septiembre de 2007

Crismón de Baena (II)

EL CRISMON DE BAENA

Según cuenta Francisco Valverde y Perales ( escritor, militar e historiador nacido en Baena en 1848 en el seno de una familia humilde) en su obra “Historia de la Villa de Baena”, el Crismón de Baena fue descubierto por unos trabajadores en unos terrenos contiguos a la Villa de Iscar (entre Castro del Río y Baena) dentro de un antiguo sepulcro. Parece ser, según Valverde y Perales, que en el siglo XVII aún existía en ese lugar un pequeño poblado con el nombre de la Aldea; la Villa de Iscar fue poco a poco perdiendo su pasada grandeza.

El Crismón es una cruz de metal fundido que mide 34 centímetros de alta por 25 centímetros de anchura en los brazos de los cuales tiene pendientes el alfa y la omega, primera y última letras del alfabeto griego, anagrama del nombre de Jesucristo, principio y fin de todas las cosas. La parte inferior de la cruz forma la cabeza un áncora con su asa y su travesaño, teniendo al final de los brazos unos remates que asemejan las uñas de aquélla. El áncora era emblema muy usado en los sepulcros de los primitivos cristianos, como puede verse en la obra “La Roma Sotterranea Cristina, de G.B. de Rossi.

Su hallazgo es una evidencia arqueológica que demuestra el arraigo del cristianismo en la zona, constituyendo una de las mejores representaciones del monograma de Cristo (si se desmembra el Crismón se puede observar la grafía Xpto, abreviatura de Cristo a lo que unen las dos letras griegas referidas anteriormente que cuelgan del palo crucero).

La elegancia y tamaño de este Crismón hacen de él una joya notable y singularísima, que tiene además el mérito de ser española, sin que hayamos visto ninguna en su género que se le asemeje. Por su singularidad, es atribuido al arte visigodo por unos autores, y considerado por el que fue cronista de Baena Juan Antonio Bailén, como uno de los últimos eslabones de la cultura romanticista, otorgándole un indudable valor histórico por su representatividad litúrgica y mística.

Su antigüedad está comprendida en la colección de inscripciones cristinas de Hübner, entre los años 517 y 662 de nuestra era, y es de creer, que el sepulcro donde estaba, guardara las cenizas de algún presbítero o dignidad de la Iglesia, dada la importancia del signo que fue enterrado con él.

El Crismón de Baena, con el paso de los años se ha convertido en el símbolo de la Semana Santa y de la ciudad de Baena, después de que la Agrupación de Cofradías lo asumiera como elemento iconográfico que la representase. Hoy, el Crismón se ha transformado en pieza fundamental de la artesanía de los joyeros locales y al mismo tiempo en presente que se regala al visitante; sin duda, es el emblema más característico de la Hermandad del Cristo de la Humildad (Cebolletas), por ser la única Hermandad que cuelga de su cuello algo tan importante para los baenenses. En estos enlaces encontrará consideraciones simbólicas, catálogo y artículos sobre el Crismón.

http://celtiberia.net/articulo.asp?id=1821
http://www.arqweb.com/arkho/arkho1.asp