Ilustre Archicofradía de la Vera Cruz y Nuestro Padre Jesús del Prendimiento - Jueves Santo
Semana Santa de Baena (Córdoba)

viernes, 8 de febrero de 2008

La mirada de un sacerdote malagueño

La mirada de un sacerdote malagueño

“La Imagen Procesional es Arte, Devoción y Oración”

Mis buenos amigos: hoy me siento más hermano que nunca entre vosotros. Una mirada profunda ante el Cristo de la Humildad me ha hecho meditar, contemplar y rezar.

El Arzobispo de Sevilla impartió una conferencia en la que manifestaba, asegurando, que quien contempla una Imagen termina orando y sintiendo algo profundo en su vida.

Ese Cristo de cara divina, esos ojos abiertos mirándote, esa corona que clava su cabeza, esas potencias que demuestran que es el Dios del Cielo, a pesar de su tremendo sufrimiento, esas manos que quieren bendecir ese Cuerpo ensangrentado, te están diciendo que hay algo grande en la vida y que todos tenemos que aceptar: que existe un amor, sin límites.

Humildad en el ejemplo de Cristo: siendo Dios se despojó de su rango; tomó la condición de esclavo; no vino a ser servido sino a servir, lavó los pies de sus discípulos; pudo decir “aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón”.

Nuestra humildad debe ser: servicio de alabanza y culto al Señor; servicio de obediencia hasta en los pequeños detalles; servicio de amor, que llene por completo la vida entera; hacernos pequeños sin buscar grandezas humanas; la humildad se opone al orgullo y a la vanidad; no tiene pretensiones en contra de nadie; ve y admira al hermano en sus cualidades.

Frases del Evangelio que nos enseñan a vivir humildes:

  • Hay que hacerse pequeños como niños
  • El que quiera ser mayor, hágase el servidor de todos
  • No hagáis nada con espíritu altanero
  • Obrad siempre con humildad de corazón
  • Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes

Las Procesiones mueven a todas las personas de buen corazón. La religiosidad del pueblo vive las Procesiones con gozo y alegría. Es necesario ver, palpar, cantar, rezar. Con el Señor de la Humildad nos transforma y nos hace humildes a todos. Quien mira con amor a Jesús observa todas las cosas con una luz espiritual nueva, y refleja en su rostro lo que siente por dentro. La devoción cristiana de adultos, jóvenes y niños hace que miles de personas pasen horas y horas acompañando a su Imagen preferida. A los niños el Señor los quería, abrazaba y bendecía. Ellos lo siguieron en sus correrías por las calles de Israel. Hoy, agradecidos, los niños de hoy le aman, le siguen, lo miran y siguen aprendiendo de Él. La humildad se opone a la soberbia, al orgullo, a la vanidad. El niño humilde reconoce los valores de sus compañeros; no tiene pretensiones en contra de nadie.

Demuestras que no eres humilde:

  • cuando siempre quieres tener la razón
  • cuando no sabes escuchar y quieres imponerte
  • cuando te “hinchas” porque algo te ha salido bien
  • cuando temes quedar mal y quedar en ridículo
  • cuando hablas mucho de ti mismo, sin pensar en los demás
  • cuando te cuesta manifestar tus defectos, aún al Confesor
  • cuando no quieres perdonar ni pedir perdón
  • cuando exageras o mientes por hacerte interesante
  • cuando eres vanidoso y deseas que te aplaudan
  • cuando no sabes aceptarte a ti mismo, como Dios te ha hecho
  • cuando te desanimas

    JESUS DE LA HUMILDAD TE ENSEÑA A VIVIR SANTO

    Estoy seguro que vosotros que me escucháis, y que queréis ser como Jesús, seréis los mejores del mundo.

Mi amistad y mi aprecio para todos